Crónicas: XXVIII Media Maratón Fuencarral – El Pardo o FRIO…Mucho Frio.

Después de unas semanas con incertidumbre sobre el estado de las piernas, en concreto la puñetera periostitis, que me lleva por el camino de la amargura, llegó el momento de hacer la primera media maratón para medir fuerzas, aunque en mi caso me limité a “escuchar el cuerpo”, así saber si me había recuperado del todo o tenía que seguir con chutes de hielo y Traumel, la idea es rodar, con lo que me aislaré de la carrera y llevaré los cascos puestos.

Son las 8 de la mañana y ya estamos en pie dirección el antes pueblo, ahora distrito de Fuencarral, el termómetro del coche marca -4ºC, temperatura que viene bien para el cutis pero no creo que sea positiva para el resto del cuerpo.

Aproximadamente no vemos con 2000 almas dispuestas a afrontar una media dura pero recomendada si tu objetivo es una maratón en unos meses como es mi caso.

Con un sol brillante y sin nada de aire tomo una decisión a la postre errónea, calzo medias, pantalón y camiseta corta, sin guantes, ni 2ª camiseta, ni mallas piratas o largas, vamos que voy un poco a “pecho” creyendo que la entrada de día con el sol hiciera subir la temperatura, dado que soy algo caluroso prefiero pasar algo de frio para una vez en carrera no tener sensación de agobio por el calor.

Nos ponemos en primera fila, así poder marcar nuestro ritmo desde el principio sin tener que esquivar montoneras, saludamos a la cámara de Telemadrid, bueno yo creo que más bien a la reportera, al grito de: LLLLLey!.

Salida ordena en el kilometro 1, ya estamos dentro del casco histórico de Fuencarral empiezo a sentir frio sobre todo en la parte superior del cuerpo, en principio no me preocupa mucho.

Pasando el kilometro 2 ya estamos buscando la Avenida Cardenal Oria, mi sensación de frio va en aumento, tengo las manos heladas y no siento los pulgares (literal)*, no sé qué hacer, en las carreras he sentido calor, pinchazos, sed…, pero un frio helador nunca.

Veo una ambulancia del SAMUR que asiste la carrera con algunas médicas y enfermeras, pienso en acercarme a pedir ayuda, pero, ¿que les digo?:

- Perdona, necesito calor.

No lo veo claro y decido seguir al trote, si me paro creo es peor ya que el cuerpo al no realizar actividad se enfriará aun mas.

Continuando por el barrio del Pilar veo una clínica a mi derecha, Clínica López Ibor, menos mal que en esta carrera no tocaba ir de Blasa ya que me si no, me meten para dentro y no salgo hasta el día que toca ir con los pies por delante y ya “arreglaico”.

Me preocupan los pulgares, no puedo doblarlos, así pienso en introducirlos en alguna parte del cuerpo tapada con más calor **para intentar volver a poder moverlos, así lo hago introduzco los pulgares en los sobacos, bueno……… …….ehhhhh……………bien………………..esto............................. no funciona, si teníais dudas ya os digo yo que las ideas de Bombero aquí no funcionan.

Ya estamos carretera dirección El Pardo, solo nuestro sentido está cortado permitiendo la circulación de coches en el sentido contrario, curiosamente solo en nuestro lado las encinas/carrascas/chaparrales hacen sombra, aumentando mi sensación de frio, ah, aquí decir que me acordé de Greenpeace y su ideas de salvar los arboles del monte.

Recojo algo de agua que tiro a la “caña” de las piernas, ya que empiezo a tener algunas molestias de la periostitis.

Bajo ritmo, empiezo a mirar al fondo donde se levanta la sierra de Madrid cubierta de nieve, “así chiquete no entras en calor”, decido girar la mirada la frente.

Tras un kilometro noto menos dolor en las piernas, al comprobar con la mirada mis piernas veo la parte delantera de los muslos totalmente rojos del frio, además el pantalón, se ha mojado al arrojarme agua unos kilómetros más atrás, esta “tieso”, como si hubiese estado tendido a la intemperie una noche de hielo, intento “desacantonarlo” pero no es posible.

Sigo teniendo mucho frio, la Tª ronda lo -2ºC, no sé si hacerme a la derecha y meterme en el Regimiento de Transmisiones para pedir asilo o hacer izquierda y entrar en el Pardo para pedirme en una tasca una copa de Soberano.

Tengo ya encima el monte de El Pardo, tiro de sangre manchega y para arriba, recupero en la bajada y después de la ultima cuesta entro en meta con, para mí buen, un tiempo de 1h 32min ( el primero llegó en 1h 16min), solo pienso en ir al guardarropa a coger la pellica e intentar entrar en calor.

Chema es más previsor y lleva puesta una doble camiseta, calentadores y guantes, puede hacer más llevadero el frio y realizar un buen tiempo de 1h 35 min.

Después de un café puedo pensar en las conclusiones sobre la carrera, antes todos mis esfuerzos estaban dirigidos en entrar en calor y por ende sobrevivir.

Me considero optimista, primera media con miras a la maratón de Madrid, solo un poco de dolor pasado el primer tercio de la carrera, además no hizo nada de viento, si no, a estas horas no estaría escribiendo esta crónica y vosotros estarías lo más seguro encargándome misas.

La próxima carrera será la media de Valdepeñas donde esperemos ir cogiendo mejor forma.

Un abrazo a t@s.

P.D. Nota mental: Mirar antes de una carrera las Temperaturas previstas para ese día.

*Fijo que habréis pensado en la frase “No siento las piernas” de Rambo.

** Si habéis pensado en las zonas nobles, que sepáis tenéis un problema. (Mirada sucia)