lunes, 11 de julio de 2011

Otros: Errores al entrenar

Por aquí os dejo algo que he encontrado en Runner's (aunque le he añadido algunas cosas) y que me ha parecido interesante. Es un artículo acerca de los errores que cometemos cuando entrenamos, y que nos pueden conducir a lesiones.

El primer y gran error que cometemos los corredores es el ansiaviva, del que "dimanan" todos los demás. La clave es no tener prisa y empezar muy despacio, al ritmo más lento posible. Ir de menos a más, y no al contrario.

Otros errores de entrenamiento son:
Negar el dolor. Hay que parar con los primeros síntomas. Con los piques en los entrenamientos conseguimos más frustraciones que satisfacciones. Ir siempre al límite nos hace rendir menos en la competición. Hay que ser fríos y metódicos, y competir sólo con dorsal. Hay que exigirnos en los entrenamientos, pero con cabeza.
No descansar sólo puede traer problemas. A mayor intensidad de esfuerzo en el trabajo, menor debe ser en el entrenamiento. Lo ideal es intercalar sesiones suaves entre las fuertes, y descansar antes de la competición. Desde el consultorio de Tuercelindes siempre decimos que es bueno descansar dos días antes de la carrera y sólo salir a dar un paseo, para así estar fuerte el día de la carrera.
No estirar provoca lesiones. Los estiramientos son fundamentales. No cuesta trabajo dedicar unos 10 minutillos tras un ligero trote o paseo y al acabar el entreno.
Comer poco supone un menor rendimiento. Hay que comer algo ligero antes de salir. Sí, una liebre es ligera, pero no conviene. Una barrita o un plátano una media hora antes de salir nunca viene mal. También ahora, que el Sol aprieta, hay que beber bastante agua para estar bien hidratados. Recuerda que el agua no da flato, son los cambios de ritmo.
Excesos en la distancia: Puede provocar tendinitis, si no se hacen de forma gradual y progresiva. Sesiones de gran intensidad en corredores con poca experiencia y sin una base importante de kilómetros y semanas de entrenamiento.
Defectos de Calentamiento: Si se estira demasiado fuerte en frío se pueden producir desgarros musculares. Por prisas o por desidia se suelen eliminar partes del entrenamiento que sirven para calentar y se empieza demasiado fuerte a entrenar, lo que hace fácil sufrir distensiones musculares.
Abusar de los rodajes y series sobre superficies inadecuadas: Correr en exceso sobre superficies duras, como el asfalto o el cemento, da lugar a problemas de rodilla o de talón. También puede ocurrir lo contrario, si corréis en exceso sobre superficies muy blandas, como la arena, aumentan las lesiones de tobillo debido a la inestabilidad del terreno.
Exceso de competiciones: No es aconsejable competir más de 24 veces al año, lo ideal son de 10 a 15 (qué apañaos que son los del Circuito, que esto lo cumplen a rajatabla :p). Las exigencias a las que se somete el cuerpo son mucho mayores que en los entrenamientos, lo que implica mayor riesgo de lesión.
Falta de descanso y de tiempo: Si no se tienen en cuenta los horarios de trabajo y la disponibilidad de tiempo de cada uno y no se descansa lo suficiente, se puede llegar al agotamiento muscular y si no se para a una lesión segura. Falta de recuperación tras una lesión: No hay que caer en ese estado de "síndrome de abstinencia del corredor", que induce a querer recuperarse pronto. Si no se está totalmente recuperado es seguro que se volverá a lesionar con el riesgo de cronificar el problema.
Si piensas que por correr veinte minutos a un ritmo más fuerte quemarás calorías antes que si corres cuarenta minutos a un ritmo más suave, estás equivocado.
Si también crees que por correr con mucha ropa sudarás más y perderás más peso, vuelves a estar equivocado. Esto sólo contribuirá a una progresiva deshidratación. Sólo perderás agua y te sentirás muy incómodo. Lo mejor es correr con poca ropa y muy transpirable. El peso se pierde después de varias semanas consecutivas entrenando.
Si piensas que sufrir es sinónimo de entrenar, una vez más, estás en un error. Debes diferenciar dolor de molestia, el dolor es siempre peligroso, pues es el paso inmediatamente anterior a la lesión. Las malas posturas pueden provocar lesiones, sólo hay que prestar un poco de atención para evitarlas, ya sea en casa, en el trabajo o por la calle. De realizar bien estas operaciones, aparentemente sencillas, a hacerlas mal puede surgir una lesión o molestos dolores. Un par de ejemplos de posturas correctas serían: Sentarse con la espalda recta, apoyando los lumbares en el respaldo (mientras se conduce, al sentarse en la oficina, a la hora de comer, etc.), coger un objeto del suelo flexionando las rodillas y manteniendo la espalda lo más recta posible, nunca se coge doblando la espalda hacia abajo sin flexionar las rodillas.

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