lunes, 3 de octubre de 2011

Crónicas: XV Media Maratón de Alcázar de San Juan

Para no faltar a la tradición de los domingos, hoy los tuercelindes ‘preparamos el hato’ y nos dirigimos a Alcázar de San Juan. La carrera una media maratón formada por un circuito urbano al que había que dar dos vueltas y por el que se han recorrido las avenidas más importantes de la ciudad y muchos de sus puntos más emblemáticos y que ha tenido bastantes puntos en común con la carrera del Porvenir que se disputa en Alcázar de 12,5 km allá por Abril. 745 atletas nos dimos cita en la salida, que ha comenzado a las 10 horas y con un tiempo que ha acompañado, tal como lo corroboraban algunos atletas “hace un buen día para correr”.
La salida ha tenido lugar en una avenida amplia que ha permitido que los distintos grupos se fueran formando sin contratiempos. Tras unos primeros metros en los que cada corredor va cogiendo su ritmo y viendo sus sensaciones ante lo que nos espera dejamos la avenida de herencia para adentrarnos en la avenida de la constitución hasta llegar a los cines en el Km 1, en el que uno es mejor que no piense, ya sólo quedan 20. Tras un giro por los cines retomamos la avenida de la constitución y se vislumbra la primera pequeña subida que hay que realizar hasta llegar al hospital, alcanzando el Km 2, punto en el que dejamos las avenidas y nos adentramos por las calles de Alcázar. Tras un par de kilómetros de callejeo con algún falso llano, llegamos a la Castelar, que nos permite con su ligera bajada ir recuperando un poco el aliento, ya que lo íbamos a necesitar. Como viene siendo típico en las últimas carreras que han discurrido por Alcázar hemos pasado por la pastelería de Conrado, al que un corredor local ha pedido a voz en grito que nos saque unos pasteles, pero que por suerte y suponemos por la crisis no hemos tenido el gusto de probar, ya que ahí habría terminado la carrera de muchos que se hubieran ‘ansiao’, entre ellos yo. Ello es prueba del buen humor y ambiente que reina en estas carreras.
Tras dejar la Castelar y pasar por la Plaza de España, en la que podemos admirar el monumento a D. Quijote y Sancho Panza, seguimos por Dr Bonardell y pasamos por la oficina de turismo hasta regresar a la avenida de herencia poco después de haber superado el km 5. En ese punto podemos ver la zona de meta, que con nostalgia vamos dejando a lo lejos, pero con la firme intención de llegar a ella no sin antes seguir devorando calles y avenidas. Tras el avituallamiento de nuevo volvemos a una zona de callejeo que nos lleva a la zona de la Iglesia y tras pasar una nueva pequeña subida nos dirigimos al barrio del Porvenir para coger la avenida de las regiones y de pablo iglesias que nos llevan hasta el Km 11 donde tras pasar de nuevo por la zona de meta comenzamos la segunda vuelta. Aunque con el mismo recorrido, la segunda vuelta ha sido para algunos corredores entre los que me incluyo, bastante diferente a la primera, ya que haciendo un símil a lo que le pasaba a nuestro famoso hidalgo, veíamos que las pequeñas subidas eran cotas de montaña y las avenidas eran como rectas de autopistas que no tenían fin. Ello fue haciendo mella en las piernas y en la cabeza, tanto que la mía me dijo que me tomara un respiro allá por el Km 17,5, kilómetro siempre psicológico en estas carreras, y que hizo que parara veinte segundos para reponer líquidos y convencerme de que había que hacer el último esfuerzo para llegar, momento en el que una señora me decía en tono gracioso que no hiciera trampas que había que correr. Ay señora, estaba yo para unas prisas en ese momento. Eché mucho de menos a nuestro compañero tuercelindes Nacho, mi apoyo para terminar mi primera media maratón y que habría sacado el espíritu de la Blasa para decirme “hermoso, si te vas a parar pa que corres 17 km esturrealumbres..…“. Nacho, esperamos que te recuperes y vuelvas muy pronto!!. Así que tras reponer y pensar que la Blasa estaba por ahí con el garrote preparado arranqué de nuevo y cogí un ritmo algo más cómodo para seguir avanzando por las avenidas que parecían más largas que en la vuelta anterior. Tras pasar de nuevo por la avenida Pablo Iglesias alcancé el km 20, y ya era cuestión de seguir luchando para llegar a una meta cada vez más cercana y que vislumbré a 300 metros del final, metros en los que no me acordaba del sufrimiento anterior, sino de la satisfacción de llegar.
Gran actuación de los tuercelindes que participaron en esta prueba, Antonio en su línea dejando el pabellón bien alto llegando en 1:22:31 y secundado poco después por Chema con 1:27:17, Kike y Paco llegaron juntos con un tiempazo de 1:32:28, y en la que la progresión de Paco en la distancia es meteórica ya que se trata de su segunda media maratón y a la que ha llegado tras haberse sobrepuesto de una bronquitis. José llegó poco después con un tiempo nada desdeñable de 1:38:10 y un servidor acabó tras 1:51:57. La principal victoria fue como siempre llegar todos a meta, tras lo que disfrutamos de la post-carreara con nuestras cervecitas de rigor, acompañadas por caldereta y paella. Enhorabuena a los organizadores y gran bolsa del corredor con recuerdo conmemorativo de la prueba. Ahora a pensar en el siguiente objetivo!

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